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El Mercado del Alquiler de España, es un mercado de competencia perfecta, con muchos oferentes, con multitud de demandantes y en el que ninguno de ellos puede influir significativamente en el precio.

Es un mercado que no demuestra signos de debilidad en su funcionamiento y precio. Muy heterogéneo, demostrándose diferencias de calado, en finalidad, precios y  duración, según la zona geográfica, no comportándose igual en las Grandes Ciudades, que en el Interior o en la Costa.

Pablo Iglesias, que quiere limitar los precios de los arrendamientos por Ley, demuestra una ignorancia profunda sobre este sector, si propone dicha medida para solucionar el problema inexistente de los precios de los arrendamientos en España.

Si analizamos el Mercado Inmobiliario del Alquiler de Vivienda Habitual, con seriedad y no desde la demagogia, y siempre con datos públicos y publicados por el Ministerio de Fomento a través del Observatorio de Vivienda y Suelo, donde se analiza el precio medio del arrendamiento en 36 provincias, desde los datos obtenidos por los depósitos de fianzas y los arrendamientos declarados en la declaración de la Renta, del IRPF, 24 de ellas se encuentran por debajo de los 500€ mensuales, por vivienda y mes. 9 provincias se encuentran entre 500 y 700€ mensuales, por vivienda y mes. Y sólo tres provincias, Solo tres provincias, Guipúzcoa, Barcelona y Madrid, superan los 700€, para situarse, la más cara de ellas, Madrid, en 819€ por vivienda y mes.

Según la Asociación Europea de Administradores y Expertos Inmobiliarios, el precio en las grandes ciudades y sus áreas metropolitanas aumenta según aumenta la renta per cápita de sus habitantes, siendo así las provincias más caras, Madrid, Barcelona, Guipúzcoa, Vizcaya, Baleares, Ceuta y Málaga. Los precios de la Costa, con precios que oscilan entre los 336 de Lugo y los 556 de Valencia, y con precios realmente bajos en la España interior, que oscilan entre los 376 de Teruel, y los 546 de Sevilla, realmente bajos.

Un mercado variopinto, con necesidades diferentes según su localización, nivel de renta per cápita, índice de población activa y edades de los arrendatarios.

Por eso la limitación de los precios del arrendamiento no es una medida necesaria, ni deseable en España, pues tomar el todo por la parte es un profundo error, y España no tiene un problema de arrendamientos altos.

Una medida que no sólo haría caer los precios de los arrendamientos, sino que limitaría el acceso a la vivienda de los más necesitados, pues al limitar los precios, aumentaría el número de demandantes de las viviendas, y la oferta se mantendría en el mejor de los casos, lo que haría que las barreras de entrada para conseguir inquilino fuesen mayores, pues al tener más candidatos de inquilinos que viviendas los propietarios podrían elegir a la manera de casting a estos.

La solución del mercado del alquiler en las grandes ciudades con problemas, no es limitar el precio, sino aumentar la oferta. No hay otra receta para controlar el precio en un mercado perfecto.

Lo demás es aumentar el problema, en favor de la demagogia.