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La Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España señala en su último informe que el 89,5% de la riqueza familiar se encuentra en activos inmobiliarios. El mismo informe revelaba que el 75,9% de los españoles era dueño de su vivienda y que el 31,9% invierte en inmuebles. 

Por eso puede sorprender que, según datos de la A.E.A.E.I., el 20% de los compradores se arrepiente tras comprar una casa. 

Los motivos del descontento suelen ser:

• Vicios ocultos de la vivienda o del edifico, que eran difíciles de prever para un no profesional y que se convierten en reparaciones costosas o en derramas.

• Vecinos del edificio o del barrio que causan problemas de convivencia.

• Actividades molestas como pueden ser ruidos, olores o carga y descarga de las tiendas de alrededor a las horas de descanso; que en las visitas a la vivienda no se podían conocer y que nos causan muchas incomodidades.

• La existencia de normas estatuarias de la Comunidad de Propietarios, limitando el uso o no de determinados elementos privativos o comunes; prohibiendo o permitiendo por ejemplo apartamentos turísticos, residencias de estudiantes, despachos, oficinas o consultas médicas; minorando el valor de nuestra vivienda.

• Tras entregar la señal, darse cuenta que se ha acordado pagar de más por la vivienda, o diferentes problemas tras la firma del contrato de arras, por no haber previsto ciertos extremos legales o financieros, causándonos problemas legales e incluso grandes pérdidas económicas. 

Todo ello hace que; tanto si estamos comprando una vivienda para convertirla en nuestro hogar, nuestra residencia de vacaciones, como inversión o para arrendarla, ya sea a turistas o a largo plazo; sea conveniente y deseable contar con un profesional que vele por nuestros intereses en el proceso de compra, ya lo denominemos Agente del Comprador Inmobiliario, Home Hunters, Personal Shopper Inmobiliario (P.S.I) o A.B.R. según su designación estadounidense. 

A la hora de elegir un Personal Shopper Inmobiliario que nos represente debemos tener en cuenta que se deberían cumplir varios criterios: 

1. Conocimiento local, actual y de las tendencias del Mercado donde queremos comprar una vivienda, que nos permita optar a comprar todas las viviendas del mercado; no solo las de una inmobiliaria, sino también las que se encuentran off market o no son públicas.

2. Contar con conocimientos o asesoría jurídica y fiscal, que nos protejan y haga que compremos con toda la seguridad jurídica y el mayor beneficio fiscal dentro de la ley, teniendo en cuenta además que los honorarios de un agente que nos represente, tienen consideración de gasto deducible en el impuesto de la RENTA.

3. Conocimientos técnicos, que le permitan localizar vicios ocultos tanto en la vivienda que vamos a comprar como en el edificio en la que se enclava y sus colindantes; evitándonos gastos futuros, con capacidad de valorar económicamente su coste y su posibilidad de reforma y precio.

4. Conocimientos de valoración inmobiliaria que le permitan valorar un inmueble y conocer sus diferentes valores, incluido el de tasación hipotecaria, para que compremos al mejor precio, sin arriesgar el dinero entregado en la oferta, en la señal o el anticipo entregado para la compra.

5. Capacidades de negociación con la parte vendedora; más aún si el vendedor es un profesional o vende a través de una inmobiliaria que le representa y defiende sus intereses;  que nos permita comprar al precio más bajo posible y con las condiciones más ventajosas.

6. Capacidad de investigación de la zona, del vecindario y de los vecinos, que nos permita evitar incomodidades, problemas de convivencia, o limitaciones del uso de nuestro inmueble.

7. Acuerdos con entidades de financiación hipotecaria, tanto para la compra como la reforma, que nos permitan acceder al mercado financiero en una posición ventajosa y preferente.

Elegir un profesional que tenga todos estos conocimientos, capacidades y relaciones nos reportará:

  • Beneficios económicos: Porque conseguirá que localicemos oportunidades; analizará las debilidades de la vivienda, el edificio y el entorno; las tendencias del mercado local; emitirá un informe que le permitirá negociar el precio a la baja hasta conseguir el mejor precio; y nos conseguirá financiación en condiciones preferentes y ventajosas.
  • Ventajas fiscales y jurídicas: Pues sus conocimientos nos permitirán una compra segura y sin riesgos, evitando los gastos innecesarios, obteniendo el mayor beneficio fiscal en la compra según compremos vivienda habitual, una segunda residencia, un inmueble para arrendarlo o explotarlo para una actividad económica.
  • Otras ventajas: Nos ahorrará tiempo y esfuerzo en la búsqueda de inmuebles y sus visitas, nos informará de los posibles riesgos de la compra señalándonos los peligros de los vicios ocultos de la vivienda o del edificio y de sus colindantes, valorando incluso su coste de reparación; así como, los posibles problemas comunitarios o del vecindario.

Por todo ello, es conveniente y aconsejable, si estamos pensando en adquirir un inmueble, que contratemos a un Personal Shopper Inmobiliario (o Agente Inmobiliario de Comprador) que nos represente.

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